Por definición, una superstición es una creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón. ¿Alguna vez sentiste recelo de pasar por debajo de una escalera frente a una obra en construcción? ¿Te causó algún tipo de temor romper un espejo y atraer la mala suerte por esa simple torpeza? El mundo está lleno de estas creencias y no son pocos los tucumanos supersticiosos. En vísperas del martes 13, LA GACETA realizó un relevamiento en santerías y herboristerías para saber si los tucumanos hacen pedidos especiales en esta fecha grabada de malos presagios desde hace siglos. La respuesta fue un contundente sí, con alguna excepción.

Amuletos

De un azul profundo y la mayoría de ellos pequeños, los ojos turcos, en llamativas pulseras rojas o llaveros de acero, son los accesorios más elegidos para repeler energías negativas.

“Se cree que posee propiedades protectoras”, afirmó en Haza 7 Silvina Cheda, que los vende mucho para esta fecha.

De los ojitos turcos, se dice que protegen contra el mal de ojo, la envidia y la mala suerte y que brindan buenos augurios y felicidad a su dueño.

En la cultura turca, además, se cree que su presencia en el hogar o en la ropa puede traer buena fortuna y protección.

“La gente también busca otros amuletos como los nudos de brujas y las triquetas celtas”, detalló. El primero de ellos puede usarse como dije por su llamativo diseño. Es un talismán ancestral que se ha utilizado en diversas culturas para brindar protección y estabilidad.

En tanto, del símbolo celta se piensa que además de ser un elemento protector, concede salud.

Limpieza energética

Para quienes prefieren llevar su superstición puertas adentro del hogar y no exponerla con accesorios, hay sahumerios y velas que colaboran en esta misión.

Así lo contó Daniel Díaz, que trabaja en El Milagro. “El pachuli y el incienso son lo que más vendemos cerca del martes 13, para liberar la buena energía y alejar la envidia según dicen”, indicó el joven.

Al pachuli se lo puede encontrar como sahumerio o en hierbas, y para encenderlo se usa un pequeño carbón vegetal que hace que se queme y su aroma se propague por los espacios de la casa que se deseen.

Daniel comentó una particularidad sobre los colores de las velitas que vende a supersticiosos: rojas o negras. “Estos dos colores fuertes se llevan porque, justamente, se dice que lo negro o lo rojo sacan la oscuridad que puede haber en algún lugar”, refirió el comerciante.

Fe y nada más

“La gente que cree en Dios no tiene estas supersticiones ni hay martes 13 que los asuste”, remarcó Hilda, desde el mostrador de la santería San Pablo Apóstol. Y añadió: “Quienes tienen la fe católica en su corazón, saben que Jesús los va a proteger, así que no tienen temor”. La mujer, no obstante, sí mencionó que dentro del catolicismo hay santos protectores, cuyas figuras los fieles suelen llevarse para sentirse más acompañados.

“A San Benito dicen que te lo tienen que regalar para que te proteja contra todas las cosas malas, por la historia de vida de este santito”, refirió.

“Porque él fue un hombre que rezaba mucho y había personas malas que querían envenenarlo pero nunca lo lograron. Venció todo el mal”, aseveró Hilda.

San Jorge es otro de los santos, en estatuas o en estampitas, al que se le reza por protección ya que se encuentra en la lista de mártires de la Iglesia desde el siglo V, y representa la personificación del caballero cristiano que combate el mal en defensa de la fe y de los oprimidos.

Dos imperdibles actividades, para recordar a San Miguel Arcangel y a Don Artemides Zatti

San Miguel Arcángel es otro de los elegidos por los fieles católicos. Su imagen se alumbra para pedir protección contra peligros físicos, para alejar de nuestra mente pensamientos oscuros y negativos o incluso, para que cuide a alguien que nos interesa.

Así, los tucumanos atraen la buena energía con amuletos, hierbas o fe, según su preferencia.